Santo Domingo.-“Se la entregué, el Presidente cogió mi carta en sus propias manos”, fueron las palabras de un hombre al que no le importó caerse al suelo para pedir al presidente Danilo Medina que le ayudara económicamente.
La confianza de estos dominicanos no queda defraudada, porque el propio presidente Medina saca tiempo de su apretada agenda para leer algunas de las peticiones que hacen los ciudadanos a través de cartas y papelitos.
Según el vocero de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, con esas peticiones, los cuatro departamentos encargados de la gestión social del Gobierno hacen un formulario donde se describe el contenido de la solicitud o del problema planteado y el Presidente mismo las atiende.
Advirtió que al presidente Medina no le interesa que se dé publicidad a esos hechos porque considera que no es justo jugar con la necesidad de la gente.
La llamada de Medina
Sin embargo, Rodríguez Marchena se atrevió a relatar una anécdota que el Mandatario le contó, de cómo un ciudadano no creía que Medina le estaba llamando.
“El Presidente le dice a Marta (su secretaria) que llame a esta persona (se negó a dar el nombre para proteger al individuo): ¡Aló.. fulano, cómo te va, es Danilo Medina que te habla.
Del otro lado: mira, hazme el favor, deja esa vaina, un tiguere que está aburrío aquí en el barrio pa’ que tú me vengas con esta tontería, y le trancó.
Así lo hizo dos veces, pero a la tercera el Presidente le dijo, Fulano, tú me mandaste una carta de fecha tal diciéndome que… es Danilo Medina que te está hablando. Entonces esta persona dice: ay, perdón, Presidente, excúseme, cómo yo iba a pensar que era usted que estaba llamando… Eso es real, él, muerto de la risa, lo contó, o sea, él se ocupa de esas llamadas”.
Recordó la primera visita del Jefe del Estado a la comunidad La Barquita, cuando un niño se le acercó para decirle que necesitaba un piano. Confiesa que no le hizo mucho caso y solo le dijo que hiciera una carta dirigida al presidente Medina, y se olvidó del caso; pero el niño le hizo caso y redactó su carta y cuán grande fue su sorpresa al enterarse que al menor le entregaron su piano.
Las peticiones
Algunas de las peticiones más comunes son de dinero en efectivo, camas, neveras, estufas, computadoras, ambulancias, autobuses, planta eléctrica, sillas e inversores para iglesias.
También algunas madres hacen sus papelitos para pedir pañales desechables para sus niños; máquina de coser y hasta un arreglo floral para un entierro. Algunos también piden empleo, pero esos son muy pocos.
“A veces recibimos algunas peticiones que nos rompe el alma, como el caso de una madre que pidió pañales y una cama de posiciones para su hija hidrocefalia, pero no son solo las cartas, también los papelitos que llegan hasta el presidente Medina son resueltos”, explicó Alexis Lantigua, viceministro de Políticas Sociales del Ministerio Administrativo de la Presidencia.
También Greybby Cuello, directora de Eventos y Ayuda Comunitaria, indicó que “recuerdo una joven que se accidentó y quedó imposibilitada, nos encargamos de investigar su entorno y de cómo podíamos ayudarla, si con una pensión o un empleo.
La verdad es que el Presidente es muy humano y con su puño y letra, a veces algunas carta que él lee, les pone, por favor, verificar y ver de qué manera podemos resolver”.
Niños y ancianos también hacen peticiones
Pedir ayuda directa al Presidente para resolver situaciones personales no es solo una prerrogativa de las mujeres y hombres jóvenes.
También niños y ancianos aprovechan ese escenario para hacer su solicitud. La mayoría de los ancianos solicitan ayuda económica directa y los niños desde una casa hasta un juguete.
Para Alexis Lantigua, viceministro de Políticas Sociales del Ministerio Administrativo de la Presidencia, realizar su trabajo a veces no es tan agradable.
Confiesa que le “rompe el alma” ver peticiones de pañales o ayuda para niños en condiciones especiales, pero asegura es una gran satisfacción ver las caras de felicidad de esa gente cuando llegan a las casas a resolver un problema a nombre del presidente Medina.
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