EN LA CONSTRUCCIÓN SE HAN DESTACADO LAS MUJERES EN ÁREAS COMO LA PLOMERÍA
Los moradores de La Nueva Barquita están felices, no solo pueden observar el avance de la construcción de su nuevo hábitat, sino que algunos de ellos trabajan en su levantamiento.
Unos 140 residentes recibieron capacitación en electricidad, plomería y otras áreas de la construcción, por lo que 92 de ellos ahora participan en la edificación de los 1,400 apartamentos en La Nueva Barquita, ubicada en el sector La Javilla de Santo Domingo Norte.
Según un comunicado de la Dirección General de Comunicación de la Presidencia, los residentes de la vieja Barquita fueron capacitados por medio de cursos destinados a las personas que no tenían empleo, como parte de la promesa del presidente Danilo Medina.
En La Nueva Barquita se han generado entre 850 y 900 empleos directos.
Evelyn Benítez es una de las 140 personas que aprobaron la capacitación que se les ofreció para ganarse la oportunidad de emplearse en la construcción de La Nueva Barquita, cuyo lema es “Vivir bien, Vivir seguro”.
La dama trabaja como plomera y afirma que con este empleo puede pagar el colegio de sus hijos. “Si tengo que vivir de eso (la plomería) puedo vivir, porque sé”. Como Evelyn hay otros 91 hombres y mujeres electricistas y plomeros dentro del proyecto, que está previsto concluir en el 2016 y que beneficiará a 1,200 familias, unos 3,800 residentes.
Buen ritmo
El padre Gregorio Alegría, parte de la Comisión de Reubicación de La Nueva Barquita, dijo que la construcción avanza al ritmo esperado y que de continuar así en diciembre podrían estar haciendo las primeras movilizaciones.
Sostuvo que los residentes, afectados durante años por las inundaciones a causa de la crecida del río Ozama en las temporadas ciclónicas, están entusiasmados al ver el avance de la parte habitacional del proyecto de unos RD$2,500 millones.
En tanto que en la vieja Barquita, en Santo Domingo Este, se estarán saneando unas cinco cañadas, aunque en un principio no estaba contemplado en el proyecto, se está realizando un censo de las viviendas afectadas por los desfiladeros.
La idea es construir un bulevar por donde pasan las cañadas, y las personas afectadas posiblemente serán trasladadas también al nuevo proyecto habitacional.
La Nueva Barquita dispondrá de estancia infantil, escuela, centro de formación tecnológico, unidad de atención primaria y áreas verdes y de recreación.
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